Los sentimientos estéticos, como las emociones, como los fenómenos psíquicos en general que manifiesta el hombre en la actualidad, deben haberse constituido gracias á una larga evolución, al través de nuestros predecesores más inmediatos y luego, los remotos, hasta remontarse á los obscuros orígenes del psiquismo. La filogenia de los sentimientos estéticos no puede inferirse nada más que del estudio de su ontogenia, admitiendo como verdad el paralelismo filogenètico y ontogénico; de modo, pues, que del estudio de la evolución de los sentimientos estéticos del nacimiento á la edad viril, es decir, hasta la integración psíquica del individuo, inferimos la evolución filogenètica de los mismos sentimientos al través de las generaciones.