Hacer que la palabra no muera en los libros, que llegue a nosotros como mensaje vivo de arte, tal el propósito del Archivo de la Palabra que la radio de nuestra Universidad organiza en la lenta medida de sus posibilidades. Valida de las facilidades que las nuevas técnicas ponen a su alcance —disco fonográfico o cinta magnetofónica— procura recoger la voz viva y actual de quienes tienen algo que decir. Como mensaje o como testimonio de su tiempo. Aquello que es permanente. Lo que ha de perdurar. Lo verdaderamente trascendente. No la anécdota circunstancial. Ni siquiera un puro prurito de coleccionista.