El solo enunciado del presente trabajo justifica plenamente la importancia de este tema. Se vive en estos momentos, para la mejor suerte de la humanidad, una nueva era podríamos decir, hacia una orientación más científica, razonable y humana, cual es la medicina de la prevención.
Los conocimientos médicos sucedidos desde Hipócrates y aún antes que él, han sido un encadenamiento ininterrumpido de hechos necesarios para la madurez de la ciencia biológica que anida entre otras muchas en la parte médlca, con los exámenes de salud.
Este suceso aunque no igualado en nuestros antecesores correspondo por su vigencia al momento actual que vivimos. Llamaba siempre la atención la observaclón de individuos portadores de lesiones de etiología variada de localización diversa pero especialmente pulmonar en las cuales el interrogatorio más cuidadoso no permitía, frente a la ausencia de síntomas o a los frustos de los mismos, orientarse hacia el diagnóstico del mal.