La Etnografía contemporánea incluye la imbricación intervenciones situadas-interpretación antropológica. Admite conceptualizar la alteridad en campos “cercanos”, además de continuar reconociéndola en los más “lejanos”, ampliando el espectro de contextos en los que se reconocen nuevos problemas. Invita a revisar dicotomías simplificadoras, a potenciar el trabajo con el método comparativo y a considerar los procesos de deslocalización-relocalización. Aplicada a los procesos de envejecimiento y las trayectorias vitales, puede devenir en un desplazamiento desde las Antropologías o Etnografías de las Edades hacia los cursos de vida y las relaciones intergeneracionales. Desde la propia experiencia etnográfica en Molinos (Salta), nos proponemos reflexionar sobre las consecuencias del estudio segmentado de las trayectorias y las políticas públicas deslocalizadas. Los resultados darán cuenta de que ello puede generar prácticas y abordajes disciplinares desacoplados que representan solo a grupos mayoritarios. Esto nos lleva a concluir sobre la necesidad de reconocer territorios, poblaciones y culturas diversas, con una perspectiva inclusiva sobre procesos de envejecimiento y trayectorias situadas.