Me encuentro hace unos meses leyendo el libro "Yoga" de Emmanuel Carrère y me siento invitado a escribir. En sus primeras páginas dice haber pasado por el psicoanálisis, haber estado tendido en el diván cerca de 20 años, pero que no ha sido eso lo que lo ha sostenido y acompañado, sino que ha sido el amor y la meditación. Esto me lleva a pensar qué sería de algunos de nosotros sin el psicoanálisis; los testimonios de pase dan cuenta de los pasos en falso en la vida, y del modo en que un análisis puede revertirlo, aún con tropiezos incluidos. Atravesar un análisis y poder dar cuenta de ello nos enseña que hay posibilidad de hacer algo distinto con eso.
No pretendo una apología del psicoanálisis; sí me ayuda pensar cómo sería mi -YO- sin el análisis. Hasta ahí llegamos, sin adivinanzas, pero sí marcando que cuando el yo comanda la vida puede tornarse errática, no para todos, escribo desde mi singularidad.