Me veo en la obligación de tener que escribir, de hacer un mínimo aporte a esto que nos atraviesa hoy y que ha tomado el estatuto de significante.
Decimos COVID-19 y por aquí y por allá resonarán diversas cuestiones.
Para poder esbozar algo no me queda más que apoyarme en mi práctica.
Me fui encontrando con distintos modos de pensamiento, quería saber qué tenía el resto para decir de lo que pasaba. Por eso leo el libro que circula en pandemia Sopa de Wuhan, en el que publicaron pensadores de diversas prácticas. Y ahí una pregunta me asalta ¿qué se puede aportar cuando parece que está todo dicho, todas las cartas sobre la mesa?