El rápido avance de la investigación científica ha permitido a la humanidad obtener una enorme cantidad de información genética, la cual puede ser utilizada de diversas maneras, no siempre adecuadas. El clonado de mascotas, los organismos modificados genéticamente, son sólo algunos ejemplos que han generado un amplio debate en los ámbitos científico y social, sin llegar hasta hoy a un acuerdo general en cuanto al uso y aplicación de la información y la tecnología en esas áreas. A partir de la secuenciación completa del genoma humano y de otros organismos, surgieron nuevas posibilidades, pero también nuevos e inesperados riesgos e interrogantes acerca del futuro de la humanidad y la biósfera.
La Bioética se ocupa del estudio de los aspectos éticos de las ciencias de la vida y la relación del ser humano con los seres vivos y el medio ambiente, a través de la reflexión filosófica del “qué debo hacer” y el “por qué debo hacer esto”. Su misión es regular la conducta en el campo de las biociencias y la biotecnología. El ser humano, en su afán de conocimiento, ha hecho ciencia desde siempre buscando los cómo y los por qué, lo que ha posibilitado comprender el entorno y dominar la naturaleza. En un sentido más amplio, la ética debe ser considerada como una constante disciplina para la vida, pues nos marca el camino para realizar nuestras labores con eficiencia y mantener una actitud de rechazo frente a todo lo que minimice nuestra dignidad y moral.