Tomando en cuenta el espíritu de reconstrucción permanente de la filosofía, se aborda aquí el programa de John Dewey, en quien la interpretación pragmática del conocimiento como un modo de utilizar y dirigir los hechos y las condiciones circundantes, se constituye como parte de dicha tarea reconstructiva. Para ello, considerando la perspectiva naturalista y holista asumida por este filósofo, se analizan el modo en que se desarticulan las premisas que fundaron en la tradición los dualismos heredados (oposición entre naturaleza y experiencia, arte y ciencia, práctica y teoría, lo instrumental y lo final) y la manera en que la comprensión de Dewey de la íntima relación entre el arte y la ciencia le permite postular a la experiencia como arte y al arte como procesos naturales prolongados en dirección del logro y goce de significaciones.