A mediados del siglo XV, en Europa se dieron ciertas condiciones con algunos actores interestatales, que favorecieron la conquista de Constantinopla a manos de los otomanos.
En algunos estados del resto de Europa, sus tres estamentos: nobleza, burguesía y clero, encerrados en luchas intestinas, no vieron que el mundo que ellos conocían corría riego de perecer. Otros estados en cambio, privilegiaron sus intereses comerciales, al colectivo subcontinental.
Previo a las circunstancias descriptas, el otomán estableció una “cabecera de playa” en la Europa sudoriental, a través de una avanzada religiosa que amalgamó los ánimos en favor del Islam, en comparación con la repelencia de Bizancio respecto del poder Latino.
En el presente trabajo monográfico, abordaremos una breve descripción de las características más destacables de la conquista de Constantinopla por los otomanos. Para seguir con una descripción del avance otomano sobre Europa oriental, previo al asalto a la capital bizantina. La avanzada tiene dos perfiles: el que muestra el hard power otomano, en la conquista de los territorios europeos del otrora imperio Bizantino; y el que muestra el soft power otomano, manifestado en la conversión de habitantes al Islam en la zona de influencia Bizantina.
A su vez, en forma simultánea al crecimiento del Imperio Otomano, describiremos las relaciones entre los estados europeos propiamente y con el otomán en particular. Lo mismo que las relaciones entre los estados europeos de la jurisdicción papal, con Bizancio.
Para dar un marco geográfico de estudio del presente trabajo, podemos decir que describiremos los sucesos ocurridos en el continente europeo al este del Mar Negro. A este subcontinente, lo estudiaremos en tres regiones políticas muy bien diferenciadas: la parte occidental, en la que tuvo jurisdicción la Iglesia romana; la parte oriental, en la que tuvo jurisdicción la Iglesia bizantina; y por último el extremo sudoriental europeo en las proximidades del Bósforo, en la que se asentó el Imperio Otomano.
Aunque cuando expongamos una reseña histórica de las relaciones entre Roma y Bizancio, debamos referirnos a siglos anteriores, nos concentraremos fundamentalmente en los siglos XIV y XV. A su vez en la conclusión del presente trabajo, recurriremos al paradigma constructivista, como marco teórico que pueda explicar los acontecimientos descriptos.