Si el ingreso a la Universidad demanda la adquisición de nuevos saberes pero también nuevas formas de adquirirlos, se hace, pues, necesario, utilizar métodos que favorezcan la diversidad de enfoques y perspectivas, la exploración de nuevas zonas en los textos, entendidas como lecturas y escrituras posibles, como accesos no excluyentes a la textualidad. Se trata de modificar los contratos de lectura previos mediante una experiencia de lectura productiva en la que el lector acceda al texto desde su horizonte singular, desde sus prácticas previas, pero para entablar en cada caso una relación diferente, un nuevo modo de leer que le permita atender no sólo a sus contenidos sino también al modo en que estos contenidos son comunicados