En su bello estudio La atracción del archivo (1991), la historiadora francesa acude a la metáfora para definir el archivo y su experiencia: el mar, las mareas y los equinoccios; también el tejido desgarrado, es decir, el tiempo marcado o resquebrajado; la pincelada de lo sorprendente. Se trata de la recurrencia de imágenes que remiten al movimiento, a una dinámica del archivo que, contra ciertas imágenes anquilosadas de fijeza y cerrazón, permite pensarlo como algo viviente: el espacio en el que habitan otras voces, otros textos. Esta supervivencia, azarosa a veces, minuciosamente organizada otras, es aún más potente si pensamos el archivo colonial americano, en particular si lo hacemos desde una perspectiva literaria que atienda a las formas, a las retóricas, a las continuidades y rupturas en una diacronía de gran complejidad.
El dosier que presentamos aquí retoma estas dimensiones y se inserta en un movimiento de la crítica literaria latinoamericana que, en las últimas décadas, en especial a partir del “cambio de paradigma” que Rolena Adorno (1988) propiciaba para los estudios coloniales, no ha dejado de preguntarse acerca del archivo en sus múltiples dimensiones. Nos referimos a la materialidad y domiciliación (Derrida, 2000); al archivo como ley de enunciación (Foucault, 2000) y como status (Mbembé, 2020); y también a este como génesis de la ficción latinoamericana (González Echevarría, 2000). Pensamos además en el archivo como repertorio y performance (Taylor, 2003) y como hueco y montaje (Didi-Huberman, 2007). Asimismo, y en línea con relevantes investigaciones que se han llevado a cabo en la academia latinoamericana y local (Goldchluk y Pené, 2003; Dalmaroni, 2010; Chicote, 2021), este dosier busca participar en un debate que aún no se ha agotado, aportando las peculiares inflexiones y problemas que los textos coloniales proveen a la literatura. Para ello es preciso, por un lado, revisar el canon consensuado que reguló durante siglos las aproximaciones críticas al archivo colonial. Por el otro lado, se impone retomar la noción de corpus para iluminar las periferias, los bordes, los silencios del archivo, y volver la mirada sobre textos y voces que habían resultado excluidos de los estudios literarios.
En este dosier nos proponemos entonces indagar acerca de la configuración del archivo colonial en un ámbito específico y representativo, la Nueva España, y con un corpus diacrónico que abarca los tres siglos que configuraron aquello que se ha denominado, no sin polémicas, la “colonia”. Los trabajos que aquí se presentan entrelazan miradas y disciplinas (la literatura, la historia), centralidades y márgenes del archivo (desde las crónicas mestizas hasta las colecciones novohispanas del siglo XVIII), polémicas y disputas que se gestan en la relectura y en la diacronía. La procedencia de los autores y autoras de las investigaciones aquí incluidas (Argentina, México, Italia y USA) busca ampliar las miradas al tiempo que los reúne bajo una pregunta común: ¿qué puede decirnos el archivo americano hoy sobre la conformación de una literatura y la transformación de subjetividades?