Desde que se acuñó el neologismo Geopolítica, son muchos quienes se han ocupado de su definición con diferentes matices, pero en todas siempre se expresa la relación entre la geografía y la política. Es el Gran juego de poder, de expansión espacial, de control y hegemonía. Se entiende por geopolítica el estudio de cómo la geografía, bajo determinadas circunstancias, puede conformar el destino de pueblos, naciones e imperios enteros. Es una categoría con carácter dinámico.
Karl Marx (1987) dispara en la última de sus tesis sobre Feuerbach, lo que parece ser una crítica a la pretensión de asepsia de las ciencias sociales, al intelectual contemplativo, dice que “los filósofos (los cientistas sociales podemos decir) no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.
No abrigamos la ilusa pretensión intelectual de comprender o explicar el mundo, pero si intentamos aportar elementos que sirvan para herramentar y fundar mejor las lecturas que hacemos desde el pensamiento crítico, que nos permitan además desarrollar efectivamente cualquier acción política e histórica para transformarlo.
Nuestra propia práctica en la Cátedra de Relaciones Internacionales de la Facultad de Periodismo Y Comunicación Social de la UNLP nos permite advertir la necesidad de producción de materiales que contengan en un mismo ejemplar el abordaje de los principales temas que creemos importantes pensar para poder comprender medianamente las lógicas de la producción histórica social del mundo de hoy.