Ir a la escuela un sábado: reflexiones acerca de la articulación entre la dimensión relacional y material de la vida cotidiana

Abstract

La presente ponencia se enmarca en el proceso de investigación para la tesis de Maestría en Antropología Social, de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. A partir de la experiencia etnográfica desarrollada en el marco de un programa socioeducativo que funciona los días sábados en las escuelas primarias públicas dependientes del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se propone compartir ciertas reflexiones en torno al análisis de las prácticas cotidianas que involucran la materialidad presente en los edificios escolares en condiciones de diversidad y desigualdad social. Las puertas de la escuela se abren cada sábado por la mañana para recibir a niños y niñas entre 6 y 12 años para llevar a cabo actividades artísticas, lúdicas, culturales, deportivas y recreativas en el marco de un programa socioeducativo presentado por la Subsecretaria de Coordinación Pedagógica y equidad educativa de la Ciudad con el fin de acompañar las trayectorias educativas del sistema formal. Los niños y niñas ingresan al edificio escolar sin guardapolvo ni mochila. El edificio que durante la semana oficia de escuela primaria de gestión pública cada sábado es redefinido y redefine múltiples prácticas desplegadas por niños, niñas, y sujetos que circulan, habitan y constituyen la cotidianeidad. En la presente ponencia se propone a partir de un abordaje histórico etnográfico, abordar la materialidad como dimensión constitutiva de la vida social, en tanto construye, y redefine las relaciones sociales que la producen, resignifican y transforman. Entonces la pregunta se formula en torno a como las materialidades que podrían ser definidos específicamente como escolares aparecen redefinidos a través de múltiples prácticas desplegadas en el marco de un programa socioeducativo, dando lugar a nuevas y reactualizadas relaciones en el marco de procesos socioculturales más amplios. En este sentido, es a través del análisis de las prácticas vinculadas a ciertas materialidades como el pizarrón, el aula y las sillas, que se propone explorar una diversidad de sentidos construidos social e históricamente que se ponen en juego en torno a la educación y la escuela pública.