La Primavera del Frente Popular parte de un convencimiento, el de que la reforma agraria es el verdadero eje de la historia de la República y de su destrucción; y de una intención, la de renovar el tratamiento convencional de mera antesala de la guerra de un periodo inaugural de la historia de nuestro tiempo presente. Entiende Francisco Espinosa que fue justo en esos pocos meses de gobierno del Frente Popular cuando definitivamente el sistema democrático se vio obligado a asumir el desarrollo de la reforma como paso definitivo hacia la integración de la clase jornalera en el proceso todavía vivo de modernización económica, social y política del país.