La enfermedad de Takayasu, o “enfermedad sin pulsos”, es una vasculopatía crónica inflamatoria idiopática de las Grandes arterias elásticas, cuyo resultado lleva a cambios oclusivos o ectásicos, principalmente de la aorta y sus ramas intermedias como el tronco braquiocefálico o arterias renales así como también de arterias pulmonares y coronarias.
El diagnóstico se realiza, de acuerdo con el Colegio Americano de Reumatología, en presencia de 3 o más de los siguientes criterios:
1. El inicio de 40 años de edad o menos edad.
2. La claudicación intermitente.
3. Pulso reducción en una o ambas arterias braquiales.
4. La diferencia de presión arterial sistólica entre ambos miembros superiores mayor a 10 mmHg.
5. Soplos audibles en una o ambas arterias subclavias o aorta abdominal.
6. La arteriografía con el estrechamiento u oclusión de la aorta entera, sus ramas primarias o las grandes arterias en las zonas proximales de las extremidades superiores e inferiores, y no debido a la aterosclerosis, displasia fibromuscular o causas similares.
Cuando tres de los criterios se ponen de manifiesto, la sensibilidad y especificidad para el diagnóstico son del 90,5% y 97,8%, respectivamente.