Escribir una historia no es otra cosa que contarle algo a alguien, transportarlo a un mundo concreto, lograr que vea, escuche, huela, deguste y sienta a través de la experiencia de un narrador. Cuanto más precisos seamos, mejor será la narración. El oficio narrativo será el que defina qué herramienta, de todas las que tenemos al alcance, es la más funcional tanto ami historia como a mi intención a la hora de escribirla.