De Santo es sin duda alguna uno de los plásticos mejor dotados de América, y uno de los trabajadores más incansables y constantes de la pintura argentina. Además, el artista y el hombre, se funden en una misma cosa integral y lograda, que se enaltecen y afirman, sobre la verdad de un ideal elevado, asumido plenamente frente a la vida y el destino del hombre.
(del prólogo de Rodolfo Oyhanarte)