Nuestro país, pródigamente dotado de recursos naturales: aguas subterráneas, petróleo, carbón, uranio, hierro y otros minerales metalíferos, no metalíferos y rocas de aplicación, vive un proceso crítico de su economía por que no pudo, o tal vez descuidó, trazar a tiempo un plan de explotación sistemática apoyado en la seria investigación geológica que disponía, y así haber industrializado seriamente sus regiones del interior. Para proceder de ese modo dispuso de inmejorables condiciones económico-financieras que se desaprovecharon. Veremos a grandes trazos el trabajo realizado durante muchos años en esa lenta y costosa tarea de investigación; el estado actual de las reservas mineras que justifican planes de expansión industrial y la necesidad de fijar una política nacional de aprovechamiento racional de esas fuentes naturales, que ayudarán a tecnificar y desarrollar aún más la explotación agropecuaria e industrial.