Acota Martinez Estrada: desde Rivadavia nadie ha sido aquí un pensador social si exceptuamos a Etcheverría, Gutiérrez y Alberdi. Su fervor a la verdad, su consagración a la obra nacional, su respeto a los derechos individuales y su pudor por el fuero popular dan al procer jerarquía de arquetipo monitor.
Y es así: la devoción por la verdad, ese privilegio de espíritus equilibrados, es fruto de una moral sana. Palcos nos dijo hablando de Rivadavia: “Coloca el sentimiento de moralidad al lado del de igualdad y hace de ambos la esencia del sistema republicano”. Y prosigue: “La virtud constituye el principio cardinal de las democracias”. Yo diría la razón y la esencia del sistema democrático..."