Las rocas sedimentarias contienen materia orgánica proveniente de vegetales y algas que vivieron en el pasado remoto de nuestro planeta. Esa materia orgánica sepultada a cientos de metros de profundidad, y sometida a condiciones extremas de presión y temperatura durante millones de años, nos brinda información fundamental sobre el potencial de generación de hidrocarburos de una roca.