Para la autora, el fin del ciclo de expansión de la primera década de este siglo, con consecuencias de estancamiento o de recesión en las economías más grandes (Brasil, Argentina y Venezuela), acompañado en algunos casos de un proceso de reconfiguración o de crisis política, origina inseguridades en su proyección futura frente al interrogante de cómo se readaptarán los procesos regionales a un nuevo escenario donde los países tienen que abocarse a resolver su agenda doméstica. Y partiendo de que las interrelaciones entre las dinámicas globales, regionales y nacionales tienen efectos en las estrategias de inserción internacional de los países como también en los procesos de integración y cooperación intrarregional para adaptarse a las dinámicas de cambio, en el trabajo se abordan las modificaciones que ha sufrido el regionalismo sudamericano en la segunda década del siglo XXI, centrando el enfoque en el MERCOSUR. La autora efectúa una exploración analítica sobre las dinámicas que afectan su trayectoria pretendiendo dar respuesta a los siguientes interrogantes clave: 1) ¿cuáles son los factores del contexto externo –global y regional– de índole económica y política que inciden en el avance del MERCOSUR?; 2) ¿qué impacto tienen los factores operacionales y los domésticos?; 3) ¿qué cambios experimentó el bloque como respuesta?