En la Universidad, la evaluación sigue ejerciendo una función esencial de selección y clasificación de los estudiantes. Antunes define la evaluación diciendo que consiste en la recolección sistemática de evidencias por medio de las cuales se determinan los cambios que ocurren en los alumnos y cómo ocurrieron, constituyendo un sistema de control de calidad por el que se determina, en cada etapa del proceso de enseñanza-aprendizaje, la mucha o poca eficacia del proceso y, en caso negativo, que cambios son necesarios para asegurar su efectividad antes de que sea tarde.