Los semiconductores son esenciales en la sociedad moderna y representan el cuarto material más comercializado del mundo, después del petróleo crudo, petróleo refinado y los automóviles. Los dispositivos electrónicos necesitan de diversos componentes funcionales fabricados con semiconductores, donde los más importantes son los circuitos integrados o chips. Estos chips son productos muy complejos que proveen la funcionalidad para procesar, transmitir y almacenar datos a todo tipo de equipos electrónicos.
Difícilmente pueda encontrarse un área tecnológica en donde no estén presentes. Son fundamentales para las comunicaciones y en el funcionamiento de Internet encontrándose en computadoras, servidores y terminales de conexión como teléfonos móviles y televisores. Indispensables para la automatización en todo tipo de industrias, equipan desde sistemas de transporte hasta instrumental médico y están presentes en los desarrollos armamentísticos que los hace ser considerados estratégicos para la seguridad nacional de los Estados.
La industria del semiconductor está esparcida por todo el mundo. Conformada por una cadena global de suministros donde distintas zonas del planeta se fueron especializando en un determinado rol dentro del proceso productivo, dada la enorme complejidad y conocimiento técnico requerida, con el objetivo de abaratar costos y mejorar el rendimiento del producto.
Estados Unidos y China han tomado nota de sus debilidades dentro de esta cadena de suministro en el marco de la competencia tecnológica en la que están inmersos y los llevó a plantear ambiciosos programas de estímulo a esta industria para mejorar su capacidad de producción. Ser menos dependientes de otras regiones dentro de este proceso los podría conducir a una mejor posición en sus roles de potencias económicas y geopolíticas.