El almacenamiento y la manipulación de los datos que han sido almacenados según una estructura formal como la que brinda, por ejemplo, el Modelo Relacional, funciona de manera altamente eficiente.
Las consultas que se pueden efectuar cuando se trabaja con este tipo de modelos, tipo de datos y estructuras de almacenamiento, poseen una forma “cerrada”. Por ejemplo: “lista de alumnos que se encuentran en condiciones de rendir la asignatura Bases de Datos”, o, “lista de personas que tienen 25 años”.
Sin embargo, este tipo de consultas no es suficiente a la hora de encarar una solicitud en un Sistema para la Toma de Decisiones. ¿Qué pasaría si se formulara la siguiente petición: “apellido y nombre de las personas jóvenes”?. Si uno de los atributos almacenados en alguna relación fuese la edad, su valor sería tipo numérico, de modo que ¿cómo compararíamos un valor numérico con “joven”. Con la estructura mencionada: imposible.
¿Cuál es la solución?. Para responder esta pregunta tenemos que pensar en dos aspectos. El primero es cómo almacenar esa información imprecisa: ¿qué tipo de datos es “joven”?. El segundo es cómo hacer para que el motor entienda, ¡y resuelva!, una consulta como la enunciada: “apellido y nombre de las personas jóvenes”.
Una propuesta de solución son las Bases de Datos Difusas.
Un concepto difuso es un concepto que encierra alguna imprecisión o incertidumbre. El problema de la representación y/o manipulación de conceptos difusos no es sencillo de resolver puesto que implica una modificación de las estructuras sugeridas para cada modelo de datos y para las operaciones definidas sobre tales estructuras.
En el presente trabajo se presentan dos modelos diferentes de Bases de Datos Difusas y se pretende, a partir de la inserción de conceptos de uno de ellos en el otro modelo, mejorar la perfomance de una consulta difusa.