La observación metódica del ciclo evolutivo de la planta de lino (Linum usitatissimum L.) nos reveló que, en ciertas ocasiones la semilla, aunque depositada en suelo seco, puede germinar, en forma perfecta, sin el auxilio de lluvias ni de riegos.
El presente trabajo tiene por finalidad determinar qué condiciones físicas, de atmósfera y suelo, provocan fenómeno tan curioso.
Agradezco a mi colega, ingeniero agrónomo Jorge I. Bellatti, la inteligente colaboración prestada para la confección de los gráficos intercalados más adelante.