Antes de ser adoptadas como ritos universales que solemnizan la distinción entre el liberalismo político y diversas formas de regímenes violentos y no representativos, las investigaciones oficiales sobre las violaciones a los derechos humanos, mejor conocidas como «comisiones por la verdad», marcaron un momento único en la historia de América Latina: el momento en el que el declive de los movimientos socialistas se cruzó con los crecientes esfuerzos por consolidar un orden constitucional liberal. Frecuentemente definidos como «transición a la democracia», los procesos latinoamericanos de salida de las dictaduras militares en los años ochenta fueron menos una transición que una conversión a una definición particular de democracia.