El autor inicia su trabajo historiando las tentativas realizadas a partir de 1836 para efectuar el ordeñe de vacas lecheras por sistemas mecánicos que reemplacen la mano del operario de tambo ea condiciones higiénicas y económicas favorables.
A continuación se realiza una descripción detallada de diversos equipos que tuvieron alguna aplicación práctica, tomada de un interesante trabajo del ingeniero Ch. Huyge.
Señala luego el autor las ventajas de practicar el ordeñe a máquina sin el ternero, por razones fisiológicas, higiénicas y económicas.
A continuación se detiene en detalles sobre la difusión del ordeñe mecánico en otros países.
El autor dedica preferente atención al estado económico del ordeñe mecánico.