Vida lumpen es una obra signada por la bigamia de su autor. Pensada esa condición, claro, en el sentido que le daba el poeta y senador comunista de chile Volodia Teitelboim, quien se declaró bígamo en más de una ocasión:
«seducido por la acción política y por la investigación intelectual, no podía reducirlas a una sola fidelidad, ni renunciar a una u otra», resume Michel De Certeau (2006: 141), y añade que «en campos diferentes, muchos otros se encuentran en una situación análoga».
La bigamia de Esteban Rodríguez Alzueta no tiene la radicalidad de la doble vida asumida por Teitelboim, quien desde los 16 años nunca dejó de acatar las decisiones del PC, sosteniendo una dualidad que llegó a jaquear su propia existencia al punto de la «desolación». En cambio, la movilidad crítica de los espacios de pertenencia del autor de Vida lumpen permite llevar las tensiones al texto, un escrito académico-militante que se mofa de las arquitecturas políticas duras y de las tradiciones intelectuales incuestionables.