Para entender qué es la identidad es necesario tener bien claro el concepto de frontera (en su acepción más amplia, que tiene poco que ver con las líneas de los mapas, sino más bien la que delimita el terreno de la psicología social). Y para comprender ambos conceptos hay que conocer bien Patagonia, ese microcosmos que tanto nos dice de nosotros mismos. El libro publicado por la doctora Susana López, nos ayuda enormemente a descifrar este complicado triángulo con una sencillez desconcertante, y todo ello disfrazado de un aparentemente convencional libro de historia que incluso muchos podrían confundir como estrictamente regional. Pero el lector más o menos hábil se da cuenta enseguida, al observar las ricas y variadas referencias historiográficas y filosóficas existentes en el contenido del volumen, que esa región donde ejerce como docente se eleva por encima del estudio erudito tradicional para tratar de otras cosas más trascendentes; la visión y revisión de los instrumentos historiográficos; la construcción, destrucción y evolución de imaginarios colectivos e individuales; la reducción de un territorio a la condición de objeto de explotación capitalista; la apropiación, uso y silenciamiento de las memorias o de los proyectos alternativos a los dominantes; pero por supuesto, y como conclusión final, el derecho de sus habitantes (como de todos nosotros) a disponer de su lugar en el mundo.