En español
Hoy las democracias y sus sistemas de representación son ferozmente atacadas, cuando quien conduce proviene del campo nacional y popular, pero muy por el contrario cuando estos gobiernos representan los intereses del neoliberalismo y de la derecha extrema, en el caso de estos últimos en particular, son acompañados por los grupos mediáticos que en sintonía con el poder real, luego recogen en ganancias extraordinarias lo que siembran en el imaginario social y mediante la construcción de un sentido común. Para lo cual, si es necesario, se recurre al denominado periodismo de guerra cuyas minas y explosivos de todo tipo son las fake news. Para encontrar razones que expliquen la situación actual en las que se están desarrollando las democracias y sus sistemas políticos cabe pensar, entre otras cuestiones, en algunos interrogantes. ¿Cuán inabordable e ilimitado es el poder mediático que gobiernos, Estados no han podido contrarrestarlo?; ¿por qué referentes políticos democráticos han sido, incluso, expulsados de sus espacios simbólicos y materiales y reemplazados por otros impulsados por el poder discursivo de los medios de comunicación?; ¿Por qué la democracia aún no ha podido democratizar la palabra a pesar de las legislaciones al respecto vigentes? A lo largo de este artículo, intentaremos encontrar algunas respuestas.
En inglés
Today democracies and their systems of representation are fiercely attacked, when the leader comes from the national and popular field, but quite the opposite when these governments represent the interests of neoliberalism and the extreme right, in the case of the latter in particular, they are accompanied by media groups that are in tune with real power, then collect in extraordinary profits what they sow in the social imaginary and through the construction of common sense. For which, if necessary, the so-called war journalism is used, whose mines and explosives of all kinds are fake news. In order to find reasons that explain the current situation in which democracies and their political systems are developing, it is necessary to think, among other issues, of some questions. How unapproachable and unlimited is the media power that governments and states have not been able to counter?; Why have democratic political references even been expelled from their symbolic and material spaces and replaced by others driven by the discursive power of the media ?; Why has democracy not yet been able to democratize the word despite the laws in force in this regard? Throughout this article, we will try to find some answers.