Mil novecientos sesenta y dos. Este año cumplió Emilio Pettoruti medio siglo de pintura. Desde París, donde reside, viajó a Buenos Aires. Una exposición de su obra europea, en el Museo Nacional de Bellas Artes; una de sus alumnos —Galería Witcomb—; otra de cuadros que figuraron en la famosa muestra de 1924 —Galería Rubbers; discursos, libros y artículos sobre su obra y acción docente, designaciones honorarias, recepciones, y. . . el sillón de los Inmortales. ¡Pettoruti ocupa ya su lugar en la Academia Nacional de Bellas Artes! Alma y numen de todo fue la Dirección Nacional de Cultura, que, con los amigos del maestro, ha organizado el homenaje del país a quien es ya un símbolo de la cultura argentina.