El azar de diversos cursos universitarios —al intentar sistematizar la problemática ofrecida por la novela argentina y su análisis—, me ha colocado frente a la urgencia de decidir enfoques para tareas de seminarios, de seguir líneas de desarrollo, de separar constantes, de abarcar el inventario patrimonial. Esta necesidad ha advertido los múltiples aspectos que aún reclaman coherente integración en un estudio orgánico de la narrativa argentina. Me propongo aquí enumerar, a modo de proposiciones de trabajo, los diversos matices y caminos que abarcaría un plan de estudios sobre el particular.