La Revista de Buenos Aires publicó en 1868 una carta dirigida a José Antonio Páez, datada el 18 de setiembre de ese año y remitida por José Ignacio Abreu e Lima desde Pernambuco. Se trataba de la respuesta a otra, fechada el 16 de julio, que Páez había dejado en Río de Janeiro en su viaje desde Estados Unidos hacia Buenos Aires. Esta carta, traída desde Brasil por el Cónsul argentino en Pernambuco y entregada en Buenos Aires a su destinatario, fue rápidamente traducida al español y publicada con un comentario firmado con las siglas F. G.
Bajo la presunción de que las siglas corresponden a Florentino González, y siendo que sus opiniones coincidían con el pensamiento hegemónico de la época, puede considéraselo en este caso, vocero de la élite. La élite expresaba y generaba opinión en un espacio público que tenía una especial significación durante el período en que la burguesía del Litoral alcanzaba la hegemonía política, justamente cuando se desarrollaba el acontecimiento al que se hace referencia en este artículo.
En efecto, a finales de la década del sesenta restaban algunos disensos por resolver, entre otros la cuestión acerca de la Capital del país, pero en términos generales se imponía el consenso sobre aspectos fundamentales, tales como qué eran los argentinos y qué querían como comunidad organizada; existía pues, un proyecto nacional.
En este artículo se analiza, a partir de la carta mencionada, una cuestión del interior de ese consenso que en el marco de la valoración sobre democracia y dictadura, consideraba de manera negativa a la figura de Bolívar.