Desde la comunicación de von Pirket, todos los experimentadores han reconocido que, depositando una pequeña cantidad de tuberculina sobre escarificaciones superficiales frescas, se produce en los tuberculosos una reacción local, que no se forma en los organismos, exentos del bacilo de Koch. Con el profesor Berges he podido comprobar que se obtienen resultados casi idénticos reemplazando la tuberculina por cuerpos bacilares sin vida. Contrariamente a lo que se ha dicho, las escarificaciones no son indispensables para que se produzca sobre la piel de los tuberculosos una reacción local por medio de la tuberculina, o lo mismo con los bacilos tuberculosos muertos. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)