Hace dos años, uno de nosotros, tuvo la ocasión de observar un burro afectado de Tembladera-, en la estancia del doctor Guillermo Leguizamón, situada en las regiones de Hualfin, provincia de Catamarca. Teniendo en cuenta la importancia economica que reportaría el estudio de esta enfermedad, aún desconocida científicamente, pensamos desde aquel día, que era interesante emprender una investigación seria para dilucidar la naturaleza de la afección y los medios que pudieran ponerse en práctica para luchar contra ese flagelo que azota, desde tiempos remotos, varias regiones del Norte de la República, con perjuicio manifiesto del comercio e industrias ganadera y minera.