A partir de la década de 1920, y frente al temor de una "infiltración" de ideas extranjeras (anarquistas y socialistas); y la preocupación por la política expansiva de Chile, se diseñó un proyecto político de matriz nacionalista, que se tradujo en, por un lado, reclamos por la representación parlamentaria de los habitantes de los Territorios Nacionales ~por otra parte, instalando guarniciones militares en los territorios sureños. Hacia fines de la década del cincuenta, los Territorios pasaron a ser Estados Provinciales. Los proyectos políticos estuvieron impregnados de un pensamiento desarrollista, articulado a partir del concepto de "polos de desarrollo".