El abarrotamiento. de lana en los mercados europeos y el estallido de la crisis de 1866 produjeron la baja vertiginosa de los precios de la lana, consecuentemente se retaceó su importación. La situación se agravó mucho más, especialmente para los productores argentinos, cuando el gobierno de los Estados Unidos, finalizada la Guerra de Secesión, impuso una política proteccionista, dictándose, como consecuencia de la misma, la Ley de Lanas y Manufactura de Lanas, que cerró prácticamente el mercado estadounidense a las lanas argentinas.
Fue así que ante la situación de crisis y la imposibilidad de colocación de sus productos, los ganaderos ligados a la exportación del lanar contemplaron la posibilidad de un cambio de la estructura de producción.