Después de haber declarado que no existe contra los cólicos ningún panacea universal, el autor agrega que si debiera hacer una excepción, sería en favor del cloruro de bario. El cloruro de bario, no expone a ningún peligro si se evita el empleo brusco de dosis muy fuertes. M. Roux inyecta primero en la vena 0.50 a 0.75 de una solución al 1/20 y vuelve a empezar cada media hora, por fracción de 0.25 gramos. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)