Este breve ensayo pretende abordar, en dos partes distintas, aspectos de lo que significa "mirar la propia época" con los ojos de quien se esfuerza por entender su propia historia, no la de los antepasados o predecesores, y construir, en consecuencia, un discurso histórico del presente. En una primera sección, se abordarán algunas disquisiciones de fondo, de inevitable resonancia filosófica, sobre la problemática misma del presente histórico, lo que sería una justificación y un fundamento de esa historia del presente que pretendemos hacer. La segunda parte se propone abordar algunos de los aspectos externos o, si se quiere, más formales, de lo que fue y lo que ha llegado a ser, a nuestro entender, ese proyecto intelectual de construir, desde la convergencia de esfuerzos intelectuales, una historia del presente. No se dejará de considerar aquí tampoco cómo ese proyecto es en sí mismo también un producto histórico, y no podría ser de otra manera. Cómo es resultado histórico del tiempo que vivimos. Propondremos, pues, algunas ideas propias así como emprenderemos la merecida discusión de las ajenas, ninguna de las cuales ha dejado de arrojar luz sobre el empeño.