No caben dudas de que el golpe de Estado de marzo de 1976 fue radicalmente diferente a todos los anteriores; la corporación militar que lo llevó adelante también 10 fue.
Este artículo se propone indagar algunos de los aspectos políticos y discursivos que hicieron posible la implementación de un proceso de tal magnitud. En particular, ¿qué "creencia" fue capaz de sostener la unidad al interior de una corporación que se embarcaba en un proyecto disciplinador y represivo de tales dimensiones? ¿Cuáles fueron las estrategias impulsadas desde la cúpula del poder militar a fin de crear esas condiciones necesarias de cohesión? ¿Cómo interpeló el régimen a una sociedad que concebía como objeto privilegiado de su accionar refundacional y cómo intentó legitimarse? ¿Qué papel jugó en este marco la construcción de la figura del "enemigo subversivo" como "amenaza"?
Información general
Fecha de publicación:2001
Idioma del documento:Español
Revista:Sociohistórica; no. 9-10
Institución de origen:Centro de Investigaciones Socio Históricas
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