Con este nombre conocemos en el comercio agrícola un producto de origen mineral y cuya importancia como abono ha tomado en Europa en estos últimos años un desarrollo considerable. Antes que se les diera esta utilización agrícola, estas escorias no tenían valor alguno y las fundiciones metalúrgicas no sacaban ningún provecho; pero hoy —como decimos— su consumo es grande y como su precio es relativamente menor que los otros abonos de la misma categoría, esta es la causa de su gran producción.