El análisis de Baña se basa en la hipótesis de que en ciertas óperas de temática histórica puede vislumbrarse la articulación, en clave musical, de un discurso sobre los problemas que enfrentaba Rusia en el siglo XIX debido al avance de la modernidad europea y, asimismo, sobre las respuestas posibles para abordar ese desafío. De este modo, con una fuerte impronta adorniana, el libro analiza tres obras –Pskovityanka (1868-1872), Boris Godunov (1868-1872) y Khovanshchina (1872-1883)– compuestas por Nikolai Rimsky- Korsakov y Modest Musorgsky, cuyos argumentos están ubicados en tres momentos cruciales de la historia rusa: el reinado de Iván el Terrible, la Época de los Disturbios y el ascenso de Pedro el Grande.