Las personas que tocan instrumentos de viento con asiduidad, independientemente de su nivel de estudio, ya sea inicial, intermedio o profesional pero dependiendo de la cantidad de horas de práctica, son pasibles de lesiones gingivales, dentarias, musculares entre otras. Estas lesiones pueden ser traumáticas, consecuencia directa del tipo de instrumento de viento utilizado o pueden existir otras lesiones elementales asociadas a patologías infecciosas como herpes, aftas y otras como maloclusiones, que, muchas veces, los músicos no asocian a su práctica y que pueden, además de ser muy molestas para ellos, llevarlos a tener que discontinuarla.