El período que se investiga es crucial, sumamente representativo de un momento clave en la vida nacional, en las ideas y la literatura contemporáneas. Viene precedido por el golpe de estado de 1966, la censura política, el asalto a la Universidad y la expulsión de todo pensamiento democrático de su seno; más allá (en el orden espacial), el asesinato del Ché; mucho más allá, el Mayo del 68 francés, y mucho más acá el "cordobazo". Describir e interpretar hoy esa época de tantos compromisos cercanos, con sus conflictos, sus ideales, sus luchas, sus vivos, sus muertos; de tantas implicancias afectivas y emocionales; de tantas proyecciones ideológicas y políticas, y también estéticas y literarias; de tantas vinculaciones con el presente, no es tarea liviana y sus resultados suelen ser inciertos. El libro de José Luis de Diego toca y se interna en ese terreno minado, y sale, más que airoso, fortalecido, porque ha sabido adentrarse en él con minuciosidad y delicadeza, porque no ha omitido detalle, publicación o debate importante, con un arsenal de fuentes y de datos enorme; porque su enfoque es objetivo y es crítico sin dejar de ser personal y nuevo.