La República de Corea del Sur, es el país donde actualmente se observa más claramente esta relación entre un alto nivel de desarrollo económico y tecnológico, con un exigente modelo educativo. Las escuelas para estudiantes de altos rendimientos surgieron en la década del ‘80 del siglo pasado y se fueron multiplicando hasta hoy, hasta llegar a casi el 1, 5 de los estudiantes. En el 2002, los coreanos dieron otro paso decisivo para la búsqueda y desarrollo de talentos con la aprobación de la “Ley para el Fomento de la Educación de Superdotados” que definía a los alumnos con altas capacidades intelectuales como aquellos niños y adolescentes identificados por profesionales calificados (por medio de test, entrevistas y evaluaciones) que demostraran excelentes capacidades de aprendizaje e inteligencia creativa sobre todo en matemáticas, informática y tecnología en general. Como hipótesis este trabajo tratará de probar si estas escuelas tienen un propósito elitista que reforzarían la jerarquía de las clases sociales surcoreanas o, por lo contrario, son instituciones que buscan la movilidad social ascendente en igualdad de oportunidades abierta a todos los sectores sociales en base al mérito personal por medio de un exigente nivel de estudios para los estudiantes y de selección de los planteles de docentes y directivos.