Este procedimiento, el mas rápido tal vez y uno de los mejores por sus resultados, está basado en las reglas generales de la cirujía; en efecto, como veremos al detallarlo, la extracción de cada testículo es considerada como sí se tratara dé la extirpación de un tumor. Y existe razón para ello, pues desde el momento en que se hace necesaria la castración de un caballo, ya sea con fines zootécnicos, ya con fines terapéuticos, los testículos deben ser mirados como cuerpos extraños cuya presencia es perjudicial.