Para explorar el intenso tramo de la historia argentina reciente que se extendió entre fines de los años sesenta y mediados de los setenta y en particular a la nueva izquierda peronista, hemos escogido una estrategia de aproximación que parte de dos ejes problemáticos: memoria e identidad en militantes a los que denominaremos provisionalmente “nuevos”, es decir aquellos que iniciaron sus vidas militantes hacia los últimos años de la década del sesenta y principios de los setenta en el Gran Rosario. Para tal propósito recurrimos a la historia oral o, más precisamente, a la construcción de fuentes orales. En esta dirección hemos seleccionado de nuestro universo de entrevistas aquellas que responden a ciertos perfiles; particularmente la variable de relevancia resultó de la condición etaria. Aquí consideramos a aquellos que hacia 1976 no habían sobrepasado la barrera de los 30 años, con pertenencias múltiples, ya estudiantes, profesionales y trabajadores fabriles o de servicios, militantes de base y dirigentes, y quienes participaron o no en la lucha armada. Todos ellos sufrieron la prisión o el exilio interno o externo a partir de 1975-1976, todos siguen reconociéndose como peronistas aunque en la década del noventa emergieron dos vertientes, aquellos que adscribieron al menemismo y quienes rompieron con él.