En su libro El Exilio (2008), la historiadora Marina Franco se propone analizar la experiencia migratoria de quienes se trasladaron a Francia durante el terrorismo de estado y en los años previos de persecución política en la Argentina (1973-1983). Se ha señalado que una de las virtudes del libro es que no elude la complejidad del tema, es decir: la experiencia del exilio de quienes vivieron en Francia durante la dictadura. Precisamente, asumir esa complejidad supone indagar en torno a diversos aspectos inherentes a la memoria de nuestro pasado reciente que atraviesan visceralmente esas experiencias.