Se propone una manera de analizar las posibilidades de participación exitosa en la globalización y de inserción en la sociedad de la información, y se sugiere que la base de ambos procesos es el desarrollo de la cultura occidental moderna en cada país con todos sus componentes cognitivos, éticos, estéticos y simbólicos. Se sustenta que la manera de asumir la modernidad en América Latina, especialmente en el último tiempo, ha sido por pequeños fragmentos, uno de ellos la tecnología, aislada de su proceso de generación, para concluir que por ese camino la tecnología no servirá para el desarrollo sino para la exclusión.