El continente se encuentra muy convulsionado últimamente es que en estos últimos años se han visto movilizaciones a lo largo y ancho de la región: movilizaciones contra los gobiernos neoliberales tales como Piñera en Chile o Duque en Colombia, por los derechos de las mujeres y disidencias o llevada adelante contra el golpe de Añez en Bolivia. A los efectos de este artículo trataré de evidenciar que este ciclo de movilizaciones populares se desprende de que las juventudes estamos cansadas de vivir sin alternativas y que por ello, tomamos las calles para poder construir nuestro futuro.
Según The New York Times, el artículo publicado el 27 de mayo de 2021, las protestas sacudieron varias ciudades de Colombia contra la reforma que quería imponer el presidente Ivan Duque. Esta reforma constituye en la imposición de impuestos a los consumos básicos de la población y fue de esta manera, que explotó el hartazgo con el gobierno de las clases medias y populares. Esta organización popular espontánea que confluye (ya que todavía siguen en pie las movilizaciones) en distintas ciudades se hicieron eco mundialmente y fue que a través de redes sociales las convocaron. La respuesta de parte del gobierno fue la brutal represión que lleva el saldo de varios cientos de muertos, la desaparición de manifestantes y abusos policiales.